Me gustan los colores intensos cuando pinto con la Acuarela, pero también busco retos donde dentro de una paleta de tonalidades más neutrales, encuentro armonía y variedad, para luego volver a trabajos donde los pigmentos más vivos, tienen un protagonismo especial. Los rosas intensos me encantan, como también la fuerza de los tonos rojizos; encuentro sumamente impactante el poder del verdor y los colores azules son grandes puentes para unificar una combinación llamativa. ¡Al final del día, me fascinan todos los colores!
Una de las acciones más importantes para comenzar a trabajar con la Acuarela, es preparar tu zona de trabajo; además de los colores, el "pincel" es una de las herramientas especiales, a través de él comenzamos a convertir las líneas trazadas en marcas de color que una a una delinearán una obra. El otro factor, además de los colores que dispongas en tu bandeja o paleta, es la luz; a través de ella podrás guiarte, apreciar las tonalidades y mezclas que vayas creando y darle dirección a tu vista sobre el papel. Me gusta tener mis pinceles en recipientes que recuerden mis raíces y que nutran mi inspiración, así como me agrada cuando la luz natural entra por los ventanales cerca de mi mesa de trabajo.
En cada trabajo, analizo el conjunto de colores que conforman las superficies para entender no sólo qué tonos emplear, sino también cómo utilizarlos para dar un toque de realismo, buscando reflejar los efectos de luces y sombras. Para las formas y los elementos que escojo al pintar, me gusta encontrarles el valor arquitectónico que puedan tener, entendiendo los temas de naturaleza, paisaje y cultura también como ámbitos que pueden tener este tipo de características.
Cada trabajo con la Acuarela, es una forma de comunicación, donde los temas que me inspiran son aquellos en los cuales encuentro una historia interesante que contar, siendo el resultado final sólo el inicio de una conversación que seguirá con lo que observen y sientan las personas que lleguen a conocer mi obra. Y una de las emociones más especiales que me motivan a pintar, es ver crecer ese proceso desde que nace una idea, hasta verla construirse poco a poco hasta el final mediante la acuarela.
"La Acuarela nos propone un ciclo constante de renovación, empezando con un papel vacío, trazando luego pinceladas de color, para después volver a la hoja en blanco, cuando el agua corre sobre los materiales de trabajo para limpiarlos y regresar a colorear de nuevo: Así debe ser nuestra creatividad y entusiasmo siempre".
Melissa G.